Alberto Gamarra Ezquerro – CGT enseñanza Aragón
Presentamos unos extractos del texto “Sindicalismo alternativo en Aragón (1977-2024)”, Trabajo de fin de Grado de Alberto Gamarra Ezquerra, dirigido por David Moral Martín, en la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo. Universidad de Zaragoza, 2024. Para adecuarse al formato de esta revista, los extractos se agrupan en tres partes:
- Parte I – Libre Pensamiento nº 119: CNT y CGT
- Parte II – Libre Pensamiento nº 120: El espacio intersindical.
- Parte III – Libre Pensamiento nº 121: La CUT y el sindicalismo aragonesista.
La CUT. Entre la Intersindical y el sindicalismo aragonesista
A medio camino entre el espacio intersindical y el sindicalismo aragonesista, que veremos a continuación, se encuentra el Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT). Fundado en 1985 como sindicato de empresa en la Transportes Urbanos de Zaragoza, concesionaria de los autobuses urbanos, algunos de sus fundadores procedían de la Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores (CSUT), que previamente había obtenido representación sindical en la empresa.
La concesionaria ha pasado por varias de denominaciones (TUZSA, AUZSA, AVANZA), a medida que cambiaban las contratas. Ha sido una empresa estratégica y muy mediática debido a la repercusión de los largos e importantes conflictos laborales encabezados por un sindicato alternativo a lo largo de varias décadas.
La primera acción del CUT, nada más crearse, fue revocar el Comité de Empresa y convocar elecciones sindicales. En 1986, su líder, Javier Anadón, consiguió la presidencia de dicho órgano. Durante décadas, el CUT ha sido el sindicato más votado en la empresa, y ha presidido el Comité de Empresa hasta las últimas elecciones sindicales. El CUT es un referente del sindicalismo combativo en Aragón y ha impulsado importantes y duras huelgas en el transporte urbano.
La primera gran huelga se produjo en junio de 1986, con una duración de más de un mes. Con la mediación del Ayuntamiento, se logró un principio de acuerdo para el convenio, pero dos meses después fueron despedidos nueve trabajadores y se convocó una huelga indefinida en la que se incumplieron los servicios mínimos por considerarse excesivos. El conflicto se radicalizó, con autobuses con lunas rotas, ruedas pinchadas, nuevos despidos, detenidos, cargas policiales e incluso ingresos de trabajadores en prisión. Pese a que la dirección de la empresa y el Ayuntamiento se reunieron con las direcciones sindicales de CCOO y UGT para tratar de llegar a un acuerdo, esta iniciativa no fructifica debido a la fuerza del proceso asambleario. El conflicto duró sesenta y dos días, con ciento cincuenta despedidos. Tras los juicios fueron readmitidos la mayoría excepto 25, todos ellos del sindicato CUT.
A raíz de esta huelga mejoraron las condiciones laborales de los trabajadores y a partir de entonces han tenido un buen convenio colectivo y se consiguió una importante ola de solidaridad por parte otros sindicatos alternativos y organizaciones políticas y movimientos sociales. En las siguientes elecciones sindicales, a pesar de tener a toda su dirección despedida, el sindicato CUT se convirtió en la fuerza más votada.
El CUT no quiere circunscribirse a ser un mero sindicato de empresa y, tras la primera huelga, amplió su ámbito a la comunidad de Aragón. Años después, fue uno de los principales impulsores de Intersindical. Está hermanado con el sindicato vasco LAB, vinculado a la izquierda abertzale, y participa como invitado en muchos de sus actos.
En ese mismo año, auspiciaron la creación el bar Entalto, en el barrio de la Magdalena, como sede social del sindicato y lugar de encuentro y reunión de colectivos alternativos. Allí comenzó a reunirse el colectivo de insumisos al servicio militar. Además, servía para dar trabajo a los despedidos. A los pocos años la gestión del bar se desligó del sindicato. El CUT ha impulsado la creación de la cooperativa SCUT (Sociedad Cooperativa Urbana de Trabajadores), formada en 2012, para que los autobuseros puedan gestionar directamente la contrata del transporte urbano frente a las multinacionales.
El modelo del CUT plantea que otro sindicalismo es posible, si bien tiene la característica de estar en una empresa estratégica cuya huelga afecta directamente a decenas de miles de usuarios. No es una huelga de producción que solo afecta a trabajadores y patronal. Con los años, se ha acusado a los huelguistas de utilizar como rehenes a los usuarios del transporte público.
Como expansión al ámbito aragonés, ha tenido poco éxito de representación. Además de los 7 delegados de Avanza tienen uno en autobuses Hife Teruel y varios delegados en la empresa química COPO, donde han negociado el convenio colectivo. Sin embargo, han enfrentado numerosas dificultades para establecer candidaturas en otras empresas. En palabras de un miembro del CUT: «Hemos tenido muchas dificultades para montar candidaturas en empresas donde los trabajadores eran presionados para que se presentaran por cualquier otro sindicato menos por el CUT». En algunos casos, han tenido que operar con compañeros «camuflados» bajo otras siglas.
El espacio sindical aragonesista: OSTA y SOA.
A diferencia de otras comunidades autónomas como Galicia donde la CIG es mayoritaria, o Euskadi donde los sindicatos ELA y LAB son mayoritarios o Navarra donde ELA ha alcanzado tal condición y LAB supera ya el 15% de representatividad, aunque no llega a los 1500 representantes, en Aragón el sindicalismo de corte autonómico tiene menos proyección. El sindicato hegemónico en este ámbito es OSTA y tienen una presencia marginal SOA y CUT, que también se reivindican en este espacio.
Los inicios del sindicalismo aragonesista se remontan a finales del siglo XX, coincidiendo con el auge de CHA y un sentimiento nacionalista, soberanista o incluso independentista de izquierdas que se expresa en movilizaciones por la ampliación de la autonomía o contra el trasvase del Ebro y este espíritu se intenta extender al campo sindical.

El antecedente del sindicalismo aragonés fue el Sindicato Aragonés (SIAR) surgido a finales de los años 90 como una escisión de CSIF e inicialmente muy vinculado al Partido Aragonés (PAR). Con la entrada de nueva militancia, la mayoría de su afiliación se escindió para fundar el Sindicato Obrero Aragonés (SOA). Años después, los últimos restos del SIAR se integraron en OSTA.
El más importante de los sindicatos nacionalistas aragoneses, es la Organización Sindical de Trabajadores de Aragón (OSTA). Su creación se remonta a 2002 como una escisión aragonesa de USO, tercer sindicato en España en cuanto a representatividad. Tras un congreso estatal de USO donde prevaleció el control centralista, la mayoría de los afiliados aragoneses, incluido su secretario general José María Pina, abandonan la organización para fundar inicialmente USTA, que posteriormente se renombró a OSTA por un problema de siglas. En OSTA confluye lo que quedaba del SIAR tras la escisión del SOA. OSTA se define como un sindicato aragonés y aragonesista, creado con el objetivo de dar soluciones y alternativas a los problemas reales de los trabajadores/as en Aragón mediante la confrontación, ideas y audacia. El modelo de OSTA sería el sindicato vasco ELA, de donde sacan el modelo de organizarse en tres federaciones. También tienen relaciones con CIG, Intersindical-CSC Cataluña e Intersindical Valenciana.
Para la acción sindical tienen empleados a sueldo del sindicato en vez de liberados. Al no tener implantación en el sector público, apenas cuentan con liberados y se limitan a acumular horas sindicales en empresas privadas para obtener dispensas parciales.
OSTA ha sido el sindicato que más ha crecido desde sus inicios, pasando de 292 delegados hasta los cerca de 800 representantes y 4.800 afiliados, de los que el 47% son mujeres y el 53% son hombres, teniendo el 35% de ellos menos de 40 años de edad. En algunos sectores de servicios, sanidad privada y transportes, han crecido gracias a contratar extrabajadoras de CCOO y UGT, que gracias a sus contactos en las empresas lograban articular listas de OSTA con afiliados de sus antiguos sindicatos. También han incorporado secciones sindicales importantes de SOA como Filtros Mann.
Además, se trata del sindicato de este estudio que más ha crecido, acercándose al 10% de representatividad en Aragón, aunque su implantación se concentra casi exclusivamente en Zaragoza, siendo simbólica en Huesca y marginal en Teruel. Esta organización atravesó una grave crisis entre 2007 y 2013 debido a un desfalco económico por parte de un tesorero, que ascendió a casi 400.000 euros y que estuvo a punto de acabar con el sindicato.
Su estructura orgánica se articula en tres federaciones: Industria, Servicios y Afines y Servicios Públicos, que además de administración pública recoge contratas y sanidad privada.
En sector industrial, tiene implantación en: Opel, BSH, Pikolin, SAICA, Torraspapel, Mann Hummel, Johnsons Controls Alagón y Pedrola, Android, Caladero, Kongsberg, Industrias Relax, Telnet, La Bella Easo (Panrico), Emesa, ABB, Hiab Craner, Comercial Salgar, Fujikura Automotive, Zanini, ITV, Fagor, Polibol, Pieralisi, Grúas Jaso, Chupa Chups, Veholia, JC Deacux, Yudigar. Además, ha adquirido la condición de representativo en el sector del metal. Uno de sus bastiones es la empresa de Pikolin, donde antes USO y ahora OSTA siempre han tenido mayoría. De allí han salido importantes dirigentes como Pedro Lobera, Manuel Pina o David Lázaro, siendo estos dos últimos el primer y actual secretario general respectivamente.
En el sector servicios y afines negocia los convenios de limpieza, hostelería, comercio textil, comercio metal, óptica, mueble, bazares, detallistas y calzado, y tiene representación en empresas como: Plataforma Inditex, tiendas del grupo Inditex (Zara, Berskha…), grupo Cortefiel, Simply, DIA, LIDL, Clarel, Mercadona, Eurest, Serunión, Combi, Eulen, FCC, ISS, Ferroser, Urbaser, Ilunión, Araven, DKV seguros, ARC distribución, Palafox Hoteles, Grupo NH Hoteles, Hotel Corona de Aragón, HP, Iberalbión, Servicio telefónico de Movistar y Vodafone y Trango.
En servicios públicos está implantada, entre otras empresas, en: SALUD, SARGA, Ayuntamientos de Zaragoza, Caspe, Maella, Cariñena, Cadrete, Comarca de Calatayud, Avanza, Clínica Quirón, DFA, Atades, CEE Oliver, Fundación CEDES, Neuropsiquiátrico del Carmen y Centro Día Romareda.
Uno de sus actuales dirigentes reconoce que “peyorativamente se nos ha llamado el sindicato del PAR debido a que en tiempos el sindicato pedía el voto genéricamente para partidos aragonesistas”. Según otro de sus responsables “el 97% del presupuesto del sindicato se cubre con las cuotas de los afiliados/as, algo que nos hace ser un sindicato independiente y autónomo”. Al igual que CGT, la única subvención que cobra OSTA es la correspondiente por delegado sindical electo.
El hándicap de OSTA es el sector público, donde apenas tiene representación, a excepción del Ayuntamiento de Zaragoza. El escaso sector público de OSTA procede del antiguo SIAR. Cuando se produjo la división, USO retuvo a casi todo su sector público siendo este uno de los puntos débiles de OSTA en la actualidad.
OSTA se posiciona en contra del modelo sindical de diálogo y concertación social, abogando por los convenios colectivos de ámbito autonómico y por un marco aragonés de relaciones laborales. Los dos primeros puntos son comunes a todos los sindicatos alternativos estudiados y el tercero, el del marco autonómico, es compartido por las organizaciones que se reclaman aragonesistas. Recientemente, ha puesto en marcha una caja de resistencia, en la que se aporta parte de la cuota para sufragar huelgas. Para ello, han sido asesorados por CIG y ELA, adoptando un modelo hibrido entre ambos.
Desde la dirección de OSTA asumen la gran dificultad de convertirse en sindicato más representativo de Aragón, no solo por alcanzar el 15% de representatividad, sino también por llegar a la cifra de 1500 representantes. El objetivo de expansión es Huesca, donde recientemente se ha abierto sede. Anteriormente, tuvieron una sede en Caspe que se cerró por falta de militancia.
El otro sindicato aragonesista es el SOA que se define como un sindicato aragonés de clase, de izquierdas y soberanista. Surge en 1999 como escisión del (SIAR) al ser la rama más obrerista de esta organización. Su funcionamiento es asambleario y tiene como objetivo la liberación de la clase obrera aragonesa, tanto desde un punto de vista nacional como social.
Entre sus fundadores se encontraban miembros de Chobenalla Aragonesista y afiliados de base del partido Chunta Aragonesista (CHA) que buscaban ofrecer un entorno sindical a la incipiente afiliación que se incorporaba al mercado de trabajo. Años después, en 2007, SOA fue organización fundadora del Bloque Independentista de Cuchas (BIC), una coalición que agrupaba a diversas organizaciones independentistas de Aragón. Ese mismo año se federa en la Intersindical de Aragón (IA) de donde fueron expulsados dos años después.
En la actualidad, SOA supera los 600 afiliados y funcionan de manera colegiada mediante una Mesa Nacional y dos Portavoces Nacionales. Tienen actualmente 29 delegados sindicales, 22 en Zaragoza y 7 en Huesca, en empresas de diferentes sectores como IKEA, Mowi, Chip Audiovisual y empresas telemarketing como ABAI y Majorel. SOA ha convocado recientemente huelgas en IKEA y ABAI.
Los portavoces de SOA tienen claro su espacio, como señala uno de ellos: “Nos consideramos una organización político y sindical”, y reconocen que: “debido al declive el espacio aragonesista ahora nos toca hacer una travesía en el desierto”. Además, también tiene duras palabras para su rival: “para nosotros, OSTA es la UGT con cachirulo y vemos muy difícil la unidad de acción”.
SOA no tiene liberados por estatutos y su objetivo, al igual que el de la mayoría de los sindicatos de este estudio, no es crecer a cualquier precio “hemos rechazado incorporaciones de gente que nos ofrecía integrar un sector entero”.
Las relaciones entre los dos sindicatos de orientación aragonesista son pésimas. Desde fuentes de OSTA se dice que SOA hace más política que sindicalismo, mientras que a la inversa se acusa a OSTA de ser un sindicato reformista y oportunista.
Este artículo se publicó en el Libre Pensamiento nº 121, primavera de 2025



