Transición ecosocial en Cataluña. Una propuesta decrecentista.

Tariq Baig Vila (Grup de Transició ecosocial de CGT Catalunya)

Este texto es la introducción del informe «Transición ecosocial en Cataluña. Una propuesta decrecentista», de Luis González Reyes, Erika González Briz y Adrián Almazán, publicado por el Grup Transició Ecosocial de la CGT de Catalunya en marzo de 2024. El texto completo del informe está disponible en formato PDF en https://decreixer.noblogs.org/

Nos encontramos en pleno Capitaloceno, inmersas en una emergencia ecológica y social (de biodiversidad, climática, energética, de materiales, de desigualdad, militarista, etc.) que nos lleva al colapso civilizatorio y a la sexta gran extinción de vida sobre la Tierra.

Una emergencia multifactorial de dinámicas complejas e interrelacionadas en una sociedad que ha parcelado el conocimiento y los “saberes”.  Ello genera confusión y un desconocimiento generalizado en cuanto a las correlaciones e interacción entre los distintos factores causantes de la emergencia y sus consecuencias ya que tendemos a buscar las respuestas y las soluciones en simples causa-efecto.

En este contexto, resulta sencillo que calen los discursos del dogma neoliberal (el causante del problema por su necesidad de crecimiento perpetuo en un medio limitado). Un discurso que promete brindarnos la solución a un escenario perturbador con la ilusión de que la misma prescripción que nos ha llevado al atolladero nos sacará de él y que a lo sumo son necesarias algunas reformas.

«Los millonarios no deberían existir». Activistas por el clima pintan el superyate de la familia Walmart en Barcelona. 8 de septiembre de 2023. Foto: Mar Sala, El Salto

Tanto las recetas del Business as Usual (seguir con las dinámicas socioeconómicas actuales) como las del Green New Deal (propuestas reformistas al problema ecológico dentro de una lógica capitalista keynesiana) se sustentan en actos de fe, ya que en esencia fían el futuro a recetas economicistas con unos principios que radican en gran medida en un alto componente tecnólatra y tecno-optimista que supuestamente nos permitiría seguir por la misma senda. Entre ellas, la desmaterialización de la economía, algo que nunca se ha producido y que no se espera que pueda suceder. Esto se debe a que dos de las principales soluciones de las mencionadas propuestas como serian la digitalización y las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), son en realidad grandes productoras de externalidades, es decir, que, aunque tengamos la percepción de que son inocuas, en realidad necesitan de cantidades ingentes de energía y materiales y son grandes productoras netas de residuos.

Por otro lado, la transición energética vía sustitución del músculo energético fósil por el eléctrico de origen renovable es manifiestamente imposible por múltiples razones. Una es la diferencia de Tasas de Retorno Energético (si los combustibles fósiles llegaban a retornarnos 100 unidades de energía neta por unidad invertida en su obtención, estas tasas llegan a ser negativas en las renovables) y otra la escasez en la disponibilidad de energía y materiales necesarios para ello. Y eso sin tener en cuenta el extractivismo y colonialismo que acompañaría una transición neoliberal a macro parques y coches eléctricos.

Un tercer elemento es la eficiencia, algo que de poco sirve dentro de un modelo basado en el crecimiento continuo, ya que todo “ahorro” es automáticamente reinsertado en el sistema debido a que un excedente no puede estar ocioso (como nos indica la Paradoja de Jevons). Las supuestas “nuevas energías”, como el hidrógeno verde, que no es una fuente energética sino un vector energético o la fusión nuclear, que por el momento no pasa de ciencia ficción, tampoco parecen ser alternativas. Finalmente, la economía circular es entrópicamente imposible y, más imposible aún, a niveles macro.

Movilización de CGT por los derechos laborales en el comercio.
Barcelona, abril de 2024

Todas estas medidas nos arrojan al precipicio o a un eco fascismo (que ya ha puesto el turbo) basado en la lucha fratricida por unos recursos escasos (Europa carece de casi todos) y que se ve reflejada en la cantidad de conflictos geopolíticos alrededor del mundo, el cierre de fronteras, el atrincheramiento y las medidas de control social.

Básicamente, se nos impone apostar la última ficha a una serie de mitos tergiversando y apropiándose por el camino de conceptos emancipatorios como transición ecosocial, sostenibilidad o Bioeconomía, un concepto acuñado otrora por Nicholas Georgescu-Roegen para manifestar la necesidad de insertar la economía dentro de los ecosistemas. Este término está siendo actualmente utilizado por el poder establecido (establishment) como la Consellería d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya para justificar la monetización y la producción de valor a través de la explotación de la naturaleza para su supuesta conservación basándose en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Una clara tergiversación del concepto en base a unos preceptos manifiestamente obsoletos, insuficientes, baldíos y que no se están cumpliendo.

Lo mismo está sucediendo con el concepto de decrecimiento, que acompaña el título de esta hoja de ruta para determinar qué tipo de transición ecosocial es necesaria, posible y deseable a partir del análisis general y sectorizado. Y es que, a raíz de la mención del concepto en el Parlamento Europeo, la aprobación de la financiación de su estudio y la irrupción de la ciudadana Letizia en el asunto, la abstracción de la concepción del decrecimiento hacia el Ecologismo Social se ha vuelto parcialmente ambigua por lo que es importante trabajar por asociarlo con alternativas autónomas, justas e igualitarias.

Es por ello por lo que en la presente hoja de ruta se pretenden esbozar una serie de líneas de acción en consonancia con los principios de justicia social y ecológica desde la autogestión y el apoyo mutuo. Se pretende dar respuesta a un problema global de manera factible (dentro de los límites planetarios), justo y deseable (tanto emocional como racionalmente). Para ello se traslada la acción, en la mayoría de los casos, a lo micro en “comunalismos” y/o “eco-regiones” “autónomas”, “autosuficientes” y “auto-gestionadas”, con sus diversas idiosincrasias sociales, culturales y ecológicas.

Pero también hay actuaciones en el plano meso (confederaciones en lugar de Estados). Pasando de economías de mercado a economías con mercado, del Estado/mercado a la oikonomía/comunalismos. Para poner en marcha los principios del decrecimiento y del ecologismo social en el metabolismo catalán sería necesario articular tres tipos de estrategias entrelazadas en los movimientos sociales: confrontar el poder, articular marcos culturales y construir alternativas.

Con la voluntad de erigir una alternativa real y justa al capitalismo y su desmesura (hibris), nos hemos reunido un grupo diverso de entidades para avanzar en el aterrizaje de las teorías, análisis e informes macro sobre decrecimiento y transición ecosocial para poder, a través de la autogestión, tomar decisiones cada vez más fundamentadas en realidades y posibilidades locales.

Una tarea que habrá que ir completando con análisis y propuestas cada vez más concretas, territorial y sectorialmente con la participación de los actores implicados, pensando y actuando global y localmente, pero sin dar pasos atrás, empezando por la aceptación de la emergencia ecológica, de la situación de excepcionalidad que nos ha tocado vivir, de que estamos en época de triajes y de que no hay tiempo ni recursos para transiciones oligopólicas, reformismos, ni para transiciones en dos fases.

Desde Ruesta (Zaragoza), militantes de CGT de distintos territorios se solidarizan con la acampada de trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria de Sevilla. Esta protesta reclama la municipalización para acabar con la precariedad y para mejorar la atención a las usuarias del servicio. Abril de 2024

¿Por qué hemos encargado este informe?

No tenemos tiempo, ni conocemos otras alternativas justas, posibles y deseables que no nos lleven al colapso catastrófico o al eco fascismo. No podemos seguir con falsas alternativas. Es por ello que animamos a toda persona y/o colectivo a emprender el camino que aquí se esboza juntas, especialmente a los sindicatos como potentes agentes de cambio real y no como instrumentos de reformismo que los acabará llevando a la irrelevancia.

A nivel de estructura, el informe comienza con el análisis de la economía catalana desde una mirada metabólica y también sociolaboral. A continuación, se plantean los límites al sostenimiento de este modelo fruto de la crisis ambiental en sus distintas facetas (energética, material, ecosistémica y climática). La tercera parte del informe presenta las ideas fuerza de las políticas decrecentistas que articulan la propuesta. A partir de ellas, se despliega una sugerencia de hoja de ruta para varios sectores clave de la economía productiva catalana: energía, materiales y residuos, restauración ecosistémica – silvicultura, alimentación y agua, industria, transporte, construcción y vivienda, turismo, minería, y digitalización. La última parte del informe consiste en un recopilatorio de propuestas estratégicas para poder implementar las políticas descritas.

Tariq Baig Vila

(Grup de Transició Ecosocial CGT-Catalunya)

Puedes leer el informe completo en formato PDF en https://decreixer.noblogs.org/