Reseña de Nines García, Fundación Salvador Seguí.
Juan Cruz López nació en 1979 en Espeluy (Jaén). Es licenciado en Humanidades y Antropología Social y Cultural, y profesionalmente trabaja en la gestión documental en archivos históricos.
En las primeras hojas del libro, el autor nos hace partícipes de sus motivos para escribir este ensayo sobre la vejez, apuntado que la determinación de escribir este ensayo tuvieron que ver con las dramáticas consecuencias, también en el plano personal, de la pandemia del coronavirus.
En la introducción, el autor parte de dos distopías, la del «Quietus» (del libro Hijos de hombres, de P. D. James) y la de Hagan sitio, hagan sitio (libro en que se basa la película Soylent Green, de Richard Fleischer; estrenada en España con el título Cuando el destino nos alcance) para compararlas con la situación actual. En ambas, es el Estado el que, ante los problemas demográficos −muchos más viejos que jóvenes− y económicos, organiza y gestiona la desaparición de los más viejos.
En la primera parte del libro: «La vejez como producción social, la vejez en la historia», Juan Cruz hace un repaso por distintas etapas históricas y civilizaciones para reflejar el valor que en cada momento se ha ido dando a los viejos, analizando la importancia social de su productividad. Muy interesante el desarrollo que va analizando en cada etapa, haciéndonos ver cómo los datos demográficos, las guerras, las enfermedades, las formas de gobierno y las prioridades económicas, han ido poniendo de relieve ese valor de la vejez.
Y lo compara con la situación actual, en la que un capitalismo salvaje, consolidado como sistema económico predominante, y el establecimiento de las democracias parlamentarias de base liberal, hacen que un viejo no productivo ya no tenga valor y lo conviertan en un problema social.
En la segunda parte, «La vejez como problema, los problemas de la vejez», el autor nos facilita datos para comprender el problema, explica el envejecimiento poblacional, el mito de la improductividad de los mayores, los estereotipos, la violencia que se ejerce contra ellos desde distintos estamentos y otros aspectos relacionados con la vejez bajo el capitalismo.
El epílogo de la obra es un alegato a favor de una sociedad sin edades de tercera, buscando alternativas para entender y valorar la ancianidad, sin discriminar a los mayores, tratándolos en igualdad con otras personas sea cual sea su género, sexo, color de piel, dinero o procedencia.
Juan Cruz ha escrito un libro muy necesario en el momento actual, un tema a debatir en nuestro entorno. Salimos a la calle y vemos continuamente gente muy mayor sola, haciendo su pequeña compra, agarrados a su andador y con pocas fuerzas para coger los paquetes. Y también vemos al que va detrás, al joven que en vez de ayudarlo, se pone nervioso y le esquiva. ¿A quién le apetece hablar con un mayor?
Tampoco podemos olvidar el maltrato que sufren los ancianos tanto en el entorno familiar, vecinal y social, como en instituciones o residencias: descalificaciones, aislamiento, silencios, amenazas, explotación, abusos económicos, etc. Tal vez sea el momento de preguntarnos: ¿Están suficientemente preparados los profesionales que atienden a los ancianos? ¿Somos conscientes de esas actitudes hacia ellos? ¿En compatible el beneficio privado con las teóricas finalidades de las residencias de ancianos?
Es hora de denunciar esa invisibilidad hacia los mayores, hay que visibilizar sus aportaciones sociales. ¿Nos hemos fijado en la edad de las personas que se están movilizando por los servicios públicos o por jubilaciones dignas? ¿Qué hacen los gobiernos? ¿Qué hacer desde las asociaciones vecinales y las organizaciones sindicales?
Muchas preguntas a las que Juan Cruz López pone respuestas de una forma clara y cercana.
Este artículo se publicó en el Libre Pensamiento nº 114 del verano de 2023.