Miguel Montenegro. Sector Federal Ferroviario de Málaga y secretario general de CGT de Andalucía.
Los recortes en el servicio público de trenes de Cercanías en Málaga realizados con la excusa de la pandemia de COVID fueron respondidos por parte de CGT con una movilización mantenida en el tiempo que combinó todo tipo de actos de protesta originales e imaginativos. La presión mantenida en el tiempo logró doblar el brazo al Ministerio de Transporte y obligó a RENFE a recuperar los trenes recortados. En este artículo se analiza cómo la CGT logró ganar esta batalla en defensa del ferrocarril público, social y ecológico gracias al trabajo constante de la militancia de CGT y a las alianzas con distintas organizaciones y movimientos sociales.
Ante la situación de falta de plantilla en las empresas públicas RENFE y ADIF, el abandono del ferrocarril como medio de transporte preferente en una situación de cambio climático galopante, la despoblación del medio rural ante la falta de servicios públicos básicos que hagan la vida más digna y llevadera y la actitud de una clase política que miente más que habla, el sector ferroviario de CGT en Andalucía puso en marcha desde 2019 distintas iniciativas y movilizaciones con colectivos y movimientos sociales, realizando marchas, protestas, manifestaciones así como todo tipo de actos que pudiesen llamar la atención de la ciudadanía y de la clase política en general.
Al recorrer el territorio andaluz con actuaciones en todas y cada una de las provincias junto a la Plataforma en Defensa del Tren Rural Andaluz (PTRA), impulsada por CGT, comprendimos mejor el enorme calado de las actuaciones destructivas contra el ferrocarril público y nos hicimos más conscientes de los intereses que se ocultan detrás y de la pasividad ciudadana ante el robo del tren público y social. Pese a todo ello, seguimos luchando incansables en defensa del patrimonio ferroviario que es de todas y todos, intentando hacer calar el mensaje de la necesidad del uso de las infraestructuras ferroviarias existentes, de su puesta en valor para fijar población en los territorios y de la necesidad de enfriar el planeta con medios de transporte no agresivos que sirvan de freno al cambio climático.
En todo este tiempo han sido muchas las agresiones al ferrocarril de todas y para todas, pero creemos que debemos poner en valor el esfuerzo realizado por la militancia del Sector Ferroviario de CGT en Málaga para poner coto a los desmanes contra el servicio público ferroviario en Andalucía, ejecutados por RENFE en las Cercanías de Málaga con la excusa de la pandemia del COVID 19. Tras nueve meses de lucha continua, después de muchas acciones, huelgas y denuncias públicas y judiciales se consiguieron revertir los recortes, hasta el punto de ser ahora mismo el único núcleo de Cercanías del país en el que no se suprimen trenes por falta de personal. Ganamos así una batalla y ganamos también el reconocimiento de la sociedad malagueña y de las comarcas de la Costa del Sol y Guadalhorce al esfuerzo, el tesón y la labor firme para que no se perdiese ni uno solo de los trenes que tienen la consideración de Obligación de Servicio Público en esta provincia.
Tras el COVID, los recortes en Cercanías de Málaga
En primavera de 2021 comenzó a normalizarse la vida social y laboral tras el confinamiento y la flexibilización del estado de alarma, cuyas consecuencias siguen afectándonos hoy en día como lo demuestra la obligación de seguir usando mascarillas en los trenes. Los directivos de RENFE, aprovechando el río revuelto, no repusieron la totalidad de los trenes que existían antes de la pandemia y que siguen teniendo consideración de servicio público. Ante este abuso, desde la Sección Sindical de Málaga del SFF-CGT se puso en marcha un plan de trabajo que comenzó por plantear la situación en el seno del comité de empresa, por enviar cartas a la empresa e informar a las personas usuarias a través de medios de comunicación, redes sociales, y reparto de octavillas en los trenes que circulaban hacinados.
Nuestras acciones diarias en las que hacíamos recuento de los trenes suprimidos por falta de personal fueron ganando repercusión y el número de servicios recortados se contaba ya por miles. Curiosamente, el resto de sindicatos con presencia en el comité de empresa no solo no se sumaron a las protestas sino que nos encontramos con la firma de un acuerdo en el que CCOO, UGT y el sindicato amarillo de maquinistas SEMAF pactaron con RENFE reducir el número de trenes y con ello intentar minimizar el impacto social que estaba adquiriendo la protesta, sin importarles el cabreo generalizado de las personas usuarias ante las miles de supresiones que se estaban llevando a cabo sin previo aviso.
CGT había convocado huelgas en Renfe Viajeros Málaga desde julio 2021 y se había reunido previamente con su afiliación y con colectivos de usuarios afectados, explicándoles que la huelga era la única herramienta legal para forzar a RENFE y al Ministerio de Transportes para que al menos se pudiera saber con antelación que trenes circulaban y cuales no, al verse obligados a respetar los servicios mínimos y regular las supresiones de forma pública. Por otra parte, CGT contactó con los ayuntamientos y partidos políticos de la capital malagueña y del resto de municipios afectados para trasladarles la usurpación del servicio público ferroviario que se estaba produciendo por el intento encubierto de recortar el número de trenes que deben circular por ser Obligación de Servicio Público (OSP) y por la alarmante falta de personal.
Una huelga en RENFE apoyada por las usuarias
Por primera vez en mucho tiempo, en nuestro territorio, una huelga en el sector ferroviario tuvo un enorme respaldo social, apoyo y comprensión, lo cual se demostró no solo por la participación en todos los actos organizados por CGT como acompañamiento del proceso de huelgas sino también por las propias manifestaciones de las personas usuarias a través de sus redes sociales y en el tú a tú diario en los trenes.
Los buenos resultados de los paros y el apoyo social recibido forzaron a RENFE a convocar a sus sindicatos dóciles y cómplices para regular las supresiones e institucionalizarlas una vez que los servicios mínimos le habían forzado a ella. De esta manera, las personas viajeras al menos podrían conocer con antelación cuando circulaban o no los trenes, y de esta manera, pudimos comprobar que se habían cargado de un el 30% diario de los trenes de cercanías establecidos como Obligación de Servicio Público (OSP). Este nuevo movimiento de la empresa y sus socios llevó a CGT a dosificar las movilizaciones y a montar un calendario sostenido en el tiempo para que se recuperasen todos los trenes que son OSP, acompañándolo de mociones en ayuntamientos, Diputación Provincial, en la Junta de Andalucía e incluso haciendo llegar el problema de los cercanías en Málaga hasta el congreso de los Diputados.
La Sección Sindical del SFF-CGT de Málaga tuvo que hacer gala de mucho ingenio para innovar en los actos de protesta y centrar la atención de los medios de comunicación y de la clase política que empezaron a participar en las acciones convocadas por CGT y a realizar movimientos para visibilizar el ataque sin precedentes contra el ferrocarril público en esta provincia, que estaba sirviendo como banco de pruebas para el resto del país, pues RENFE y el Ministerio nunca se hubiesen atrevido a hacerlo en núcleos de Cercanías como los de Madrid o Barcelona.
Las acciones de protesta que ser realizaron entre la primavera de 2021 y el mes de marzo de 2022, que se pueden consultar en la https://www.facebook.com/sffcgt.malaga o en la web y redes de CGT Andalucía, Ceuta y Melilla y en múltiples hemerotecas de medios de comunicación tanto provinciales como andaluces e incluso nacionales.
El resultado de todas estas movilizaciones mantenidas en el tiempo llegó el 4 de abril de 2022, cuando se normalizó la circulación de los trenes de Cercanías, recuperando el número de trenes anterior a la pandemia.
Previamente se había dotado y formado a la plantilla de maquinistas necesaria y mejorado la del colectivo de Comercial en el núcleo de Málaga, recuperándose y poniendo en servicio todos los trenes OSP y revirtiendo la situación.
La eliminación de los recortes de Cercanías ha sido un triunfo histórico que ha marcado un antes y un después, enseñándonos el camino para alcanzar las deseadas victorias en defensa del ferrocarril público y social.
Solo la presión de la movilización y las alianzas entre CGT y distintos movimientos sociales obligó a los responsables políticos a claudicar y a que hoy se pueda usar el tren en la provincia de Málaga y no haya tantas mermas de plantilla, aunque siempre queremos más porque son necesarios aún más trenes para vertebrar y hacer más habitable el planeta y más ferroviarios para hacer funcionar el ferrocarril público y social que anhelamos.
Cambio climático, reto demográfico y transformación del modelo productivo
Tres son los debates más transversales y transcendentales que no podemos olvidar: el cambio climático, el reto demográfico y el necesario cambio del modelo productivo. En todos ellos la apuesta por ferrocarril puede y debe ser fundamental para afrontarlos. La apuesta por un modelo de transporte público, social y sostenible para vertebrar y cohesionar Andalucía.
En este sentido las últimas cumbres climáticas (tanto oficiales como paralelas) señalan al ferrocarril como la opción prioritaria del transporte en la lucha contra el deterioro climático y sus consecuencias.
En Europa se van dando pasos efectivos hacia un modelo de transporte con mayor presencia del tren. La UE persigue transferir al ferrocarril el 30% de las mercancías y de los viajeros por carretera que tengan a menos de media hora una estación ferroviaria, convirtiéndolas en centros intermodales de transporte. Igualmente, a nivel mundial se están llevando a cabo iniciativas para transferir viajeros del avión en distancias menores de 1.000 kms. cuando haya alternativa en tren.
Por su parte, como elemento para frenar el vaciado de las zonas rurales y de interior, debemos marcar la comunicación, junto a los servicios públicos de calidad y el empleo, como uno de los elementos básicos. No siempre se puede trabajar y/o acceder a servicios esenciales en el mismo lugar en el que se elige vivir, por lo que contar con unas infraestructuras que permitan los desplazamientos, a un precio accesible a todos y todas, se hace imprescindible para que no se abandonen las zonas rurales.
Un ferrocarril público, social y ecológico
Por último, esta crisis ha puesto nuevamente en evidencia la dependencia y fragilidad del modelo productivo de Andalucía, un hecho que nos ha llevado a una situación en la que en un escenario de crisis global, nuestra tierra ha encabezado los datos de destrucción de empleo. Debemos caminar hacia la diversificación económica y reindustrialización de Andalucía, para lo que es imprescindible la conectividad del territorio, la cohesión territorial de Andalucía.
En las últimas décadas en nuestro país, y por ende en Andalucía, se ha producido un abandono total del ferrocarril. No sólo no hemos avanzado, sino que hemos ido dando importantes y preocupantes pasos atrás, perdiendo una gran parte de la red ferroviaria, sobre todo de media y corta distancia, precisamente los que tienen un mayor retorno en las cuestiones expuestas al inicio. Sin ir más lejos, y a pesar del abandono que han sufrido y están sufriendo, el 90% de los viajeros lo hacen en trenes regionales y de cercanías.
Los sucesivos gobiernos han ido apostando por el modelo “TODO AVE”, dejando sin apenas inversión el ferrocarril que la gente más precisa para su vida cotidiana. Así mismo, como en otros servicios públicos, se ha producido una preocupante privatización de los servicios ferroviarios vaciando de contenido a las empresas públicas RENFE y ADIF. Amén del cierre de servicios fundamentales como la venta de billetes de manera presencial en las estaciones rurales. Podríamos enumerar un listado casi interminable de líneas y estaciones que deben recuperarse, pero lo omitimos ante la situación de emergencia ferroviaria andaluza dado que afecta a todas las provincias y a muchas de nuestras redes ferroviarias existentes.
Es muy importante resaltar, para finalizar, que cuando se incentiva el uso del tren, donde aún existe, la ciudadanía lo recibe con gran ilusión y apuesta por este modo de transporte sostenible y vital, lo demuestra el hecho de la gratuidad que se ha implementado desde septiembre 2022 en los trenes de cercanías para las personas usuarias asiduas y las reducciones en el resto de trenes OSP, que está teniendo magnifica acogida y haciendo descubrir el tren a mucha gente que nunca se lo había planteado.
Estamos en un momento muy importante para revertir las políticas de abandono al ferrocarril que venimos sufriendo. Apostar por un ferrocarril público, social y sostenible debe ser un eje estratégico que se convierta en una de las principales demandas que defendamos desde la ciudadanía, el Sector Ferroviario de CGT lo tiene claro y por eso va a seguir esa senda marcada que con mucho esfuerzo y trabajo nos lleva a alcanzar algunas victorias como la relatada en Málaga y no va a ser la última, seguro, porque ya sabemos el camino.