Negociación colectiva feminista y planes de igualdad

Cristina Fernández Díaz – Sindicato Único de Tenerife de CGT.

En esta sección de la revista iremos desgranando las claves feministas para alcanzar un sindicalismo feminista real desde nuestra organización. Comenzamos centrándonos en la negociación colectiva en relación con los planes de igualdad, pero existen muchos otros frentes que iremos planteando. Resultafundamentalincorporar el feminismo y su trasversalidad a la acción sindical, superar la idea de la conciliación como única acción negociadora de igualdad a reivindicar desde una mesa de negociación.

A pesar de que el Estado español es pionero en reconocer el papel de la negociación colectiva como un mecanismo principal para afianzar las mejoras en materia de igualdad, hay que tener en cuenta que las situaciones de discriminación laboral afectan más a las mujeres que a los hombres. Por tanto, el poder de la negociación colectiva es fundamental a la hora de perpetuar o modificar esas situaciones.

La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres fue un hito que supuso el reconocimiento, la garantía y la protección de derechos, en relación con la conciliación de la vida laboral y familiar, así como la negociación de los planes de igualdad en las empresas. A partir de ahí, la normativa se ha ido desarrollando. En la actualidad, un gran número de convenios colectivos incorporan cláusulas relacionadas con la igualdad en las empresas, bien mediante el reconocimiento de medidas específicas, bien a través del desarrollo de un Plan de Igualdad. Pero hay que tener en cuenta que, como sindicato de clase, anarquista y feminista, desde CGT tenemos que exigir en el ámbito de la negociación colectiva un diagnóstico de la situación previa en las empresas.

Somos las mujeres las que sufrimos los empleos más precarios, los salarios más bajos, la mayor temporalidad y los trabajos a tiempo parcial. A esto hay que sumarle que, muchas veces, la lucha sindical conduce a recibir sanciones (para muestra la represión ejercida por SEAT contra nuestra compañera Montse). O que, en sectores de actividad muy feminizados, (como el pequeño comercio, las Kellys, los servicios personales, el servicio de atención domiciliaria, etc.) las posibilidades de afiliarse y actuar colectivamente se encuentran con muchos escollos. Todo esto, unido a la existencia de una persistente división sexual del trabajo y a la hegemonía de un modelo masculino de entender el sindicato y la participación sindical, hace muy difícil que las mujeres sindicalistas podamos defender las posturas feministas en nuestras empresas.

Por eso, es tan importante que exijamos que se realice ese diagnóstico previo de la situación en las empresas, para detectar las desigualdades existentes y poder corregirlas, más aún ahora que tenemos cobertura legal para solicitarlo. Desde la entrada en vigor del Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, la negociacióndel Plan de Igualdad y su diagnóstico previo es obligatoriaen aquellas empresas de 50 o más personas trabajadoras. Donde estemos presentes como delegadas sindicales de CGT, deberíamos exigir la creación de la comisión negociadora para la elaboración del diagnóstico y del Plan de Igualdad, pero no como un mero trámite que haya que cumplir, sino como una herramienta efectiva para poder corregir las discriminaciones sufridas como mujeres trabajadoras.

Muchas entidades, por no decir la mayoría, contratan el diagnóstico y el Plan de Igualdad a empresas externas para cumplir con la legalidad, convirtiéndolos en instrumentos que existen, pero no resuelven. Ahí estará nuestra labor, en exigir medidas adecuadas a la realidad de las mujeres trabajadoras, en luchar para que la negociación colectiva sea una herramienta real que combata la discriminación y que se vea atravesada por el feminismo, abarcando todos los ámbitos de las condiciones de trabajo de las mujeres: el acceso al empleo, las retribuciones (igual salario para trabajos de igual valor), la formación, las promociones profesionales, la movilidad, la seguridad y salud laboral y el tiempo de trabajo.

Porque siempre ha habido un claro protagonismo masculino en el mundo laboral y sindical, luchemos juntas como mujeres contra las desigualdades.

NOTA: Para más información sobre negociación en planes de igualdad puedes consultar la Guía de Planes de Igualdad y medidas contra la brecha salarial realizada por el gabinete jurídico confederal: https://bit.ly/3zk2OQ8

[Este artículo se publicó en el Libre Pensamiento número 112 de otoño de 2022]